Somos almas Amaryyas que se cruzaron por causalidad.
Almas Amaryyas en las que predomina el elemento aire…Cuando el viento sopla un poco más de lo normal, el exceso de aire nos invita a perdernos y nos permitimos viajar a su favor, confiando en que ese viaje nos traerá de vuelta a casa, a nuestra esencia, al equilibrio…Y aunque atravesemos tormentas, no pondremos resistencia, sabemos que es parte del camino y al final todo lo que vivamos nos hará regresar con más fuerza.
La entrega y la vulnerabilidad nos dan esa fuerza para amoldarnos a la vida sin esperar nada de ella.
Nuestras clases las damos desde ahí, desde nuestra esencia, desde el compartir, desde el ser, desde ese espacio divino que nos une con todo…Sin exigirnos darlas desde un espacio que no corresponda por no estar en sincronía con nuestro estado, sin la expectativa de, gustaré o no gustaré…
Simplemente nos entregamos al mundo, ¿Por qué al final hemos venido a eso no?
Cada uno tiene algo que ofrecer al mundo. Y sin duda, esto es lo que nosotras hemos venido a compartir, nuestra alma Amaryya.